Ya te decidiste a pintar las paredes, ¡bien! Es una gran elección, una cuestión de valor para tu hogar y de bienestar para quienes lo habitan. Ahora cabe preguntarse ¿es el mejor momento para hacerlo?
Es una cuestión más que oportuna, lo cierto es que el clima debe ayudar para que el resultado sea el ideal y la pintura dure más. ¿Y cuáles son las variables importantes? Bueno, pues principalmente las horas de luz solar, la temperatura ambiental y la humedad.
Entonces, claro, resulta que no cualquier época del año es momento de pintar.
La cuestión clave es esta: la pintura necesita un tiempo de secado, y se afecta cuando ese tiempo se acelera o se alarga.
Qué pasa con el frío
Básicamente, las bajas temperaturas provocan que la película de pintura tarde mucho en secar, lo que obviamente acabará prolongando los trabajos y encima deformando algunas características y propiedades de la pintura misma.
Además, en invierno nadie quiere tener las ventanas abiertas ni mucho menos usar ventiladores, así que la ventilación será pobre.
Por ende, el invierno es mala época en general, sobre todo para el pintado en exteriores, pero si necesitaras pintar esta época del año, lo recomendable sería un periodo de 4 días sin lluvias para minimizar riesgos. Se puede buscar una pintura de secado rápido y también ayudarse de un deshumidificador que para el proceso de secado.
Si vas a contratar mano de obra profesional, el invierno sí tiene una ventaja: encontrarás más pintores disponibles.
¿Entonces el calor gana?
No, tampoco ayuda si es excesivo. El resultado de las temperaturas altas es que se acelera demasiado el secado de la pintura, generando problemas como ampollas en el acabado.
Sin contar que los calores intensos obviamente harán el trabajo más fatigoso y deshidratante.
De la lluvia o la nieve, ni hablar
La lluvia manda cuando se trata de pintar. Si estamos hablando de exteriores, simplemente mejor olvidarse de pintar si está lloviendo.
Incluso si no llueve, si la humedad es alta, no se puede, por ejemplo, en el caso de los muros exteriores, hacer previamente una limpieza adecuada con agua y cepillo, porque no secará rápido.
¿Entonces cuándo?
Atendiendo a todo lo anterior, los ideales son esos días, normalmente de primavera y de otoño, en los que no llueva, y haya temperaturas moderadas, ya sea frescas o cálidas, pero no excesivas.
En estos días la pintura secará en su tiempo natural, y, además, las condiciones de ventilación serán más propicias. Y como ventaja extra, el trabajo se hará más ligero y cómodo, tanto para pintar interiores como exteriores.
Finalmente, también es importante que las condiciones climáticas sean constantes, es decir, que las temperaturas no varíen dramáticamente de la noche a la mañana, o de un día a otro.
De cualquier forma, el espectro es amplio para encontrar días adecuados entre las condiciones que suelen recomendarse: temperaturas de 10° a 30° C, y humedad relativa del aire menor a 70%.
Es decir, bastará observar los pronósticos del clima, para encontrar el mejor momento. Si toca esperar para esos días ideales, conviene ir revisando las paredes para arreglar desperfectos previamente y que estén listas para la pintura, ya sabes, “ganarle tiempo al tiempo”.
También puedes ir eligiendo la mejor pintura posible sin escatimar en calidad. Y ahora sí, ¡dale un nuevo color a tu espacio!