Cuando trabajas con pintura, y más aún, cuando los niños lo hacen, manchar la ropa es casi inevitable. Pero no necesitas olvidarte de las telas o ropa manchada, ni convertirla en trapos, sólo debes identificar qué tipo de pintura estás utilizando y conocer los trucos apropiados para cada caso.
¡Te los presentamos!
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Cuando la pintura es de agua
Puedes relajarte, las pinturas a base de agua son las más fáciles de remover.
Solo coloca la prenda o tela afectada debajo del chorro de agua, de preferencia tibia, y utiliza un cepillo para ropa para remover suavemente la pintura. Voltea la prenda para hacer lo mismo del otro lado de la mancha. Luego, a la lavadora de forma normal.
Si aun así, la mancha no desaparece, puedes probar frotarla con alcohol etílico, haciendo primero una prueba para no dañar la prenda.
Otra opción ideal para quitar la pintura de la ropa es la acetona, pero esta sí puede dañar las fibras sintéticas, así que revisa primero la etiqueta de la prenda.
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Cuando la pintura ya está seca
Lo mejor para eliminar las manchas de pintura es actuar lo antes posible. Pero, si caíste en cuenta de las manchas hasta horas después, tu mejor opción será utilizar un elemento metálico o bien un cepillo de cerdas duras, para raspar la pintura con mucho cuidado de no cortar o dañar la prenda. Ya que hayas eliminado la mayor cantidad de pintura seca posible, mete la prenda en agua bien fría durante unos minutos. Y ahora sí, a la lavadora de forma normal.
Ahora bien, si no cuentas con lo necesario para quitar la pintura en ese momento, puedes mantener la mancha húmeda con agua hasta que puedas limpiarla.
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Cuando la pintura es de aceite
Este puede ser el caso más difícil, y aquí el agua y el jabón no bastarán.
Necesitarás:
- adelgazador o disolvente de pintura
- detergente neutro líquido
- una cuchara o cuchillo sin filo, un recipiente y una toalla vieja
- protección para manos y boca
Para hacerlo, coloca la toalla debajo de la mancha de pintura y aplica el disolvente – (protegiendo tu piel y evitando respirarlo directamente) procurando que no se riegue al piso. Luego, con cuidado, raspar la pintura con la cuchara o cuchillo suave tratando de no extender más la mancha; luego, frota con suavidad con la toalla para que absorba toda la pintura posible, y repite el proceso hasta quitar la pintura por completo.
Para que esto funcione, la mancha aún debe estar húmeda.
Otra opción, especialmente para las prendas delicadas es frotar la mancha con un detergente para ropa y agua tibia y dejarla en remojo durante toda la noche antes del lavado normal.
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Cuando la pintura es acrílica
Si está húmeda: Lo mejor con las manchas de pintura acrílica, que es una pintura de secado rápido, es tratarlas antes de que se forma la capa o lámina de plástico, pues cuando está húmeda, se comporta como la pintura a base de agua, así que puedes tratarla como tal, poniéndola debajo del chorro de agua tibia o dejándola en remojo en un b con agua tibia y un poco de detergente.
Si está seca, será más difícil eliminarla, pues ya se habrá formado la capa de plástico que está diseñada para unirse a las fibras, pero puedes utilizar un producto a base de alcohol para tratar de romper la unión de la tela con la capa plástica.
Igualmente, haz una prueba primero en un lugar poco visible de la prenda. Frota con un trapo limpio humedecido con alcohol o quitaesmalte hasta que parte del color pase de la prenda al trapo.
Finalmente, cuando esté desapareciendo la capa plastificada de pintura, utiliza un detergente para eliminar los restos que se pueda, antes llevar a la lavadora.
De cualquier modo, cuando se trata de manchas de pintura, siempre trata la mancha antes de meter la prenda a la lavadora, así se removerá más fácilmente y no mancharás otras prendas al mezclarlas en el lavado.
Además, no olvides leer las instrucciones de limpieza del bote de pintura por información que pueda ayudarte, y revisar la etiqueta de la ropa, para verificar las indicaciones de lavado y evitar daños peores.