A lo largo de este 2021, luego del duro golpe económico devenido de la pandemia, se han sucedido avances que recuperan terreno perdido en los comercios.
En abril de este año el retroceso era de 0.4%, sin embargo, para el siguiente mes, en mayo -quizá también impulsado por el Hot Sale 2021 y un aumento de más del 30% en las remesas-, no solo se detuvo la caída, sino que las ventas de los comercios minoristas de México crecieron 0.6%, y los indicadores han seguido en esta senda de recuperación según reportes del Inegi.
Se trata de un crecimiento en las ventas minoristas del 30% en comparación con mayo del 2020, cuando las ventas se desplomaron, porque muchos comercios se vieron obligados a cerrar ante la propagación del Covid-19.
Muchas de estas ventas han crecido gracias al comercio electrónico, que sigue su ascenso, así como al comercio por catálogo. Así mismo, algunos artículos han contribuido más que otros a la recuperación.
Y, de hecho, los artículos de ferretería, fueron junto con la ropa, el calzado, las refacciones y los automóviles, los más grandes impulsores del avance en las ventas.
El sector ferretero ciertamente se ha mantenido fuerte. En el primer bimestre del año, las ventas aumentaron 5% respecto al anterior.
Así que no es de extrañar que, para los analistas, el mercado interno ha sido una clave fundamental para el crecimiento en el 2021. Además, los patrones de consumo han cambiado dramáticamente tras la crisis global.
Para seguir creciendo
Para aprovechar este impulso de recuperación, es claro que el sector ferretero debe, como muchos otros sectores, adaptarse mejor a esos cambios de consumo.
Y la principal arista de ese cambio son las ventas digitales. El sector debe hacer uso del desarrollo tecnológico para ampliar su panorama y sus ventas.
Las ventas en línea han probado ser una excelente herramienta que agiliza y mejora las ventas para los comercios pequeños, y en México, gran parte de las ferreterías son comercios pequeños y medianos.
El comercio ferretero puede acoplarse perfectamente a los nuevos medios de difusión y ventas, sin dejar de enfocarse en la comodidad del cliente, como corresponde a todo comercio minorista.
Innovar los procesos de venta, y o facilitarlos con servicios en línea, es una tarea ineludible. Cabe resaltar que, contrario a lo que se pensó en un inicio, el comercio electrónico no vino a competir o desplazar al comercio minorista, sino que puede complementarlo y potenciarlo.
Y eso no tiene que implicar grandes inversiones. Actualmente hay una gran oferta para diseñar y gestionar sitios y aplicaciones, muchas incluso gratuitas. Además, están la gran variedad de nuevas opciones de pago, y las entregas eficientes. Es decir, por algún lado debe comenzarse la incorporación al mundo digital, buscando siempre la comodidad de los clientes. Eso asegurará que la línea de crecimiento se mantenga en los próximos meses.
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