Los bienes tienen distintas formas de llegar hasta los consumidores.
A grandes rasgos, se pueden distinguir cinco tipos principales de canales de distribución:
Directo: cuando el fabricante los hace llegar directamente a los consumidores a través de sus propias tiendas y sus propios medios. Puede ser el más método sencillo y barato, pero no es viable en todos los casos.
Indirecto, o de distribución exclusiva: Se comercializa primero al minorista, para que éste a su vez lo venda a los consumidores de forma directa. Es la forma más eficaz de distribución, pues ambas partes consiguen resultados más amplios, y menos gastos de venta.
Selectiva: A través de mayoristas, lo que permite al fabricante vender sus productos en lotes, y llegar a un mercado más amplio.
Intensiva: El productor se vale de muchos mayoristas e intermediarios minoristas, tanto para la promoción como para la comercialización de su producto, consiguiendo inundar el mercado con él.
Industrial: Cuando los bienes industriales viajan desde el lugar de producción, hasta los consumidores finales, con menos intermediarios y un canal más corto, pero con subcanales para que funcione de forma eficiente:
Así que, para llegar a sus clientes finales, muchas marcas necesitan el trabajo clave de los distribuidores, así que entre ambos se forman relaciones comerciales que representan beneficios mutuos.
Por un lado, los fabricantes pueden concentrarse en su producción, teniendo resuelta de forma externa la comercialización de sus productos; reducen sus interlocutores y pueden controlar mejor su mercado. Mientras que los distribuidores, pueden negociar directamente con la marca, sin intermediarios, y adquirir ventajas según el producto y el tipo de distribución que poseen, pero que, en todos los casos, amplían sus oportunidades comerciales en un mercado concreto.
Ser distribuidor: de qué se trata
Un distribuidor forma el centro del mercado entre los fabricantes y los usuarios finales. El tipo de producto o marca puede definir en gran medida cómo se desarrollan las actividades del distribuidor.
En primera instancia, no es lo mismo distribuir una marca consolidada, que representa una vía segura, que un artículo o una marca desconocida, que es de alguna manera un riesgo. Tampoco es lo es distribuir un producto que puede venderse en cada esquina, o distribuirlo de forma exclusiva.
De cualquier modo, ser distribuidor de una marca significa eliminación de intermediarios, y la posibilidad de negociar directamente con ella las condiciones del acuerdo comercial, el contrato, los objetivos de ventas, etc.
Las ventajas y desventajas de convertirse en distribuidor
Cuando se distribuye un artículo ya conocido, una de las principales ventajas para el distribuidor, es que ya no tiene que gastar mucho en promoción. Las campañas generales ya las hace la marca.
Incuso, si se trata de una marca de prestigiosa el distribuir puede beneficiarse de esa percepción de calidad y usarla como publicidad extra.
Además, la competencia cambia, y en muchos casos ya no es directa. Más aún, si se posee la exclusiva de una zona o región, es decir, cuando se es el único distribuidor de un producto en particular que ya es una marca conocida o con buena demanda, sin nadie que les haga competencia de la misma marca en determinada área, y sólo se debe competir contra otras marcas que vendan un producto de similar.
Al entrar en contacto permanente con el fabricante, un distribuidor puede conocer de primera mano información privilegiada de la industria sobre el lanzamientos de nuevos productos, sobre nuevas tendencias tecnológicas, y de consumo, etc. Y al revés, el distribuidor puede convertirse en un socio valioso para los fabricantes que quieren saber lo que los consumidores piensan.
El distribuidor gana también confianza a los ojos de sus clientes, que prefieren tener más garantía y aprecian la estabilidad. Por otro lado, entre los beneficios económicos, se puede mencionar que se aumentan los márgenes, y la seguridad de los ingresos, pues una parte de la clientela es segura.
También tiene, sus desventajas, claro.
Entre ellas se encuentra el riesgo de dependencia excesiva, que puede suceder si nos centramos demasiado en un solo producto o marca.
También está el hecho de que en la mayoría de los casos hay que cumplir con objetivos de ventas mínimos establecidos por la marca, que deben cumplirse para mantener las condiciones del contrato. Incluso, en ocasiones se fija también un mínimo de años de compromiso.
Otra desventaja puede ser que se deba renunciar a otros productos que sean competencia, y con ello tener una pérdida de cuota de mercado y pocas opciones que dar a tu clientela.
Sobre ser Distribuidor Doal
En el caso de Pinturas Doal, ofrecemos a nuestros distribuidores diferentes modelos de negocio que encajen a la medida con su tienda de pinturas, ferretería, tlapalería, etc. Ya sea como tienda especializada de pintura, como centro ferretero o como módulo de atención de la marca.
A la vez, los apoyamos con promociones y materiales para realizar campañas comerciales en sus establecimientos.
La propuesta ideal y específica para cada caso se realiza después de un análisis particular del mismo, y luego invertimos en el despliegue posterior y brindamos la asesoría necesaria para trabajar de la mano.
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